...

1.13.2009

Ojos verde militar

Apenas pongo un pie en casa y ya sé que estás ahí. Casi puedo ver la nube tan densa de olores mezclados; me gustaría que el dominante fuese el tuyo, pero siempre termina siendo el del solvente.

No puedo evitar reír al verte hacer eso cada vez, parece que no te puedes inspirar con el pene cubierto.-Te ayudo un poco con la inspiración—.

No hay nada que disfrute más que fumar en la cama mientras te veo hacer lo tuyo.

Mi artista.

Una hora después y seguimos sin cruzar palabra, qué delicia.

El canto del pincel cesa; sé lo que ello significa.

Tu impulso creativo necesita ya otro lienzo –tu favorito—, en el que dibujas líneas con los dedos y coloreas con besos –cada uno un matiz diferente—.

Nunca sabes por donde empezar; admiras el lienzo en blanco como si ya fuese tu obra terminada.

Olvidas que cada gota de sudor termina lavando las líneas imaginarias.

Pasas horas afinando pigmentos, detalles, movimientos.

Extasiado y lleno de tu obra, descansas al fin.

La pintura en mi piel se adhiere a la tuya y permanecemos así hasta que el calor la evapora, nosotros la absorbemos o dormimos al fin.

Me despiertan unos ojos verde militar con la pasividad –casi— del mar.

“Hagamos otra obra.”

2 comentarios:

Chika Evil dijo...

no puedo negar que me dejas cin palabras y con demasiada envidia... Que rico, quisiera terminar obras... depués de todo, lo que está muy bien hecho puede considerarse arte ¿no?

Xlb dijo...

Jaja, definitivamente.

Paciencia... paciencia... aghhh